miércoles, 21 de diciembre de 2011

worry

Aún no se ve bien el camino, aún no se sabe si es el óptimo.
Por lo visto hasta ahora, la presión y responsabilidad no le gustan.
Porque una infancia sin limites lo hicieron asi, sin protocolos.
Con muchas carencias, ejemplo de padre, un clásico de familia no convencional.
Por otro lado, un nicho demasiado presente, sin limites, pero sí con ciertas demostraciones de respeto y harto de seriedad en lo que concierne a compromisos.
El honor, la lucha o la nobleza no son dones que se entrenen en nuestra sociedad, más son las libertades las preferidas por todos. Si la libertad y la sensación de ella es más fuerte que contar con mi criterio, supongo que el camino llega corto, hasta aquí.
La vida prueba, las cosas buenas, las mejores, siempre cuesta alcanzarlas. Las cosas baratas, suelen entregarse con pronta rapidez y facilidad.

Las estrellas se encuentran pocas veces al alcance de la mano, es deber de uno que sigan brillando y cuidarlas. Darles el espacio para que vivan, y si se quieren en comparación a otras cosas o distracciones, algo se hará para tenerlas eternamente.

Si no soy suficiente, el camino queda corto.