martes, 20 de abril de 2010

como polillas se comen los zapatos

no he descubierto nada nuevo, soy tan mínima que si desaparezco, no se notaría,
lo que es tan cierto, no da miedo,

una semilla no sabe lo importante que es,
atiborra del oxígeno que respiro,
mantiene en equilibrio el ecosistema para producir vida, contribuyendo al ciclo natural,

los bebés humanos, comen y duermen como nubes tranquilas en el cielo,
un ser humano más que crecerá y tendrá que buscar su camino,
un bebé que nace pobre no sabe que tal vez, no tendrá oportunidades para ser útil a la sociedad,

útil, cómo?! ahora, cuando todo está casi lleno, cuando los sueños libres se aplastan por las necesidades de conseguir un buen estándar de vida, una buena tele, un buen auto, un buen barrio, un buen colegio, una buena carrera... eso hace llorar, porque si no soñamos con tirarnos de guata al barro, meternos al mar con ropa, enamorarnos de un compañero que sueñe con lo mismo, nos vamos a morir amargados... esa idea hace que todo sea absurdo, vacío y frío... un frío que difiere del frío de un témpano

desde que tengo uso de memoria, indagé en un mundo como aire marino, como si el aire fuera agua, buscando algo, algo que no sabía qué era, sólo sentía que el cielo era tan extenso, tan azul, tan estrellado, tan misterioso, que me hacía sentir mínima, como una hormiga... era tan increíble salir, jugar, dibujar, sentir pasar el día, para descansar y recibir uno nuevo, sin saber qué traería consigo..... creciendo, pasando penas, alegrías, tener amigos y enemigos, qué increíbles fueron esos pasos que dí, que de alguna manera me han traído hasta aquí, conservando un poco de esos recuerdos... hasta hoy

ahm, las polillas se comen mis zapatos, no sé para qué los quiero

No hay comentarios:

Publicar un comentario