antes y entes pasados en la vida,
pasaron como pasan los años, sin olvidar algunas caras ni corazones,
recordar quién hizo más daño en una época de antaño,
es fácil...
no los olvidamos, a no ser que tengamos alzheimer,
lo que ocurrirá a edad avanzada,
por ahora a conformarse con la marca hasta el hueso o superflua,
de una yaya bondadosa o maldadosa que dejo un ente pasado,
gracias por lo que dejan, un palo en la cabeza como los indios,
una prenda de ropa perdida por préstamo,
un insulto hasta lo más hondo del respiro,
o cualquier corazoncito quebrajoso por piojoso que sea
pensamientos bien pensados...
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