somos tan jóvenes que podemos soñar,
con la juventud eterna, hasta que avanzando los años,
el ánimo empieza a tambalear,
antes, nuestros viejos sabían ser responsables,
fuertes y nada de cobardes,
somos distintos,
puedo ser muy feliz,
porque me enseñaron y aprendí
la consigna, de amar todo,
como decía el principito,
estrechar lazos y domesticar,
"lo que estoy viendo es sólo aparente.
Lo más importante permanece invisible".
y así nuestros tesoros serán
únicos, aunque mil se le parezcan
"Hay que proteger las lámparas, porque cualquier golpe de viento,
puede apagarlas"
Cuidemos nuestro tesoro, voy a tener cuidado de protegerlas...
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