Aprendí siendo muy joven, en la etapa en blanco de mi conocimiento,
A vivir la vida llena de alegría,
Encontré la compañía en personas que atesoraban la vida y el amor,
Como la principal fuente de recursos humanos.
Yo crecí con ese conocimiento firme en mi mente y en mi corazón,
Me hizo muy fuerte la noción de la vida en fiesta,
Más allá de alcoholizarme para ser feliz,
Que la vida en sí sola me alcoholizaba por haberme hecho parte de ella.
Un mundo depresivo se conoce en la adolescencia,
Por el miedo a lo desconocido y al desconocido yo que aguarda a salir,
Sin echar pie atrás, el desarrollo y la madurez nos indican el camino a tomar,
El mundo no me satisface con sus normas y egoísmos,
Sí mis recuerdos y lecciones de infancia,
Gracias a esas personas que me dieron todo sin esperar algo a cambio,
Me dieron tanta alegría y respeto por mí y mi entorno,
Que hasta ahora no puedo pedir nada más,
Sería egoísta decir quiero más,
Lo único que quiero es prolongar ese estilo de vida para mi y la familia que yo forme,
De esa manera el mundo deberá ser mejor
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